11 de junio de 2011

Su juguete

    Soy como ella dice su mejor juguete sexual, el que mejor y más resultado le ha dado desde “su compra”. Me encanta y estimula ser su objeto de juego, ser usado como uno más de sus diferentes vibradores, consoladores y demás. Poder formar parte de esa maravillosa parafernalia con la cual busca un placer total, se vuelve desinhibida, se relaja y tan solo se centra en su cuerpo, en su piel en busca de un placer total, brutal y satisfactorio.



    En ese momento no existo como persona, me convierto en un instrumento más de placer, atento a sus deseos, atento tan solo a sus gemidos, a procurar que cada vez sean más satisfactorios, más intentos más largos.





    Mi lengua es ese complemento que busca su clítoris con avidez, el cual ansia ser lamido, rodeado, mimado y acunado. Mientras, mis labios empapados, abriendo su húmeda flor de par en par hasta que llena de la humedad de mi boca y de sus fluidos, se encuentra lista a recibir los distintos penes que la va a hacen gozar y soñar.


    Y ella se muestra orgullosa ante mí, mientras es penetrada, perforada y poseída una y otra vez por vergas inmensas que se conjugan en sus entrañas, ya violentas, ya hinchadas, en una lucha cuyo una meta es la conquista del placer total.

    Entonces se vuelve y me muestra el botón de su esfínter anal, y yo sé lo que desea. Hoy mi pene no formará parte de esa batalla que se libra en el interior de su vagina. Hoy lucho en otra guerra.

   Mi lengua se acerca lentamente y comienza a juega en su ano, lamiéndolo lubricándolo y amándolo, mientras sigue poseída sigue llena por mis fálicos rivales y a un tiempo hermanos en la lid de ofrecer el máximo placer a la Dueña.

    La noto ya abandonada por completo al goce de su sexualidad.

    La noto ya abandonada al placer que le supone ver que mi pene es solo sea mero espectador de esos embistes.

    Se abandona al placer que le produce saber que sus entrañas sea poseídas por otro, mientras mi lengua de debate entre satisfacer a su clítoris o a su ano.









    Y en esto llega su orgasmo, salvajemente voluptuoso, intenso y largo, su cuerpo se contrae entre espasmos de placer y satisfacción, se frota y relame mientras goza cada segundo de ese largo climax.

    Después a modo de premio , puede dejarme lamer aquel que ha estado dentro de ella,,. Pero eso tan solo si mi lengua ha sido suficiente diestra en estimular sus puntos del placer.

    Y entonces se da la vuelta y descansa de la batalla; y mientras la abrazo se que nota mi pene erecto, erguido, dispuesto para ella para el próximo asalto, puesto que es así como lo ha dispuesto y como es su deseo.

2 comentarios:

Blau61 dijo...

Podrías ser uno más…, pero sin duda eres el mejor de los juguetes…, porque transmites pasión, porque entregas emoción, porque das sentimiento, porque ofreces amor…., y contra eso, no hay látex que rivalice.

Un abrazo a ambos.

PD: Cuando dos partes de una flor están abiertas a sentir lo que podemos dar, es cuando la flor emana su mejor fragancia y enseña sus mejores colores.

laprincesa dijo...

Que placer es ser lo que deseen que seamos.

Besitos de esta princesita.

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