20 de noviembre de 2014

De sentarse

    El Facesitting, que traducido a la lengua de Cervantes sería “sentarse en la cara”, es una práctica que le encanta a mi AMA ( ¿y digo yo, a que AMA no le gusta?)

    La verdad que se trata no sólo de una práctica muy satisfactoria para un AMA, también lo es para un sumiso, puesto que dar y proporcionar placer a tu Dueña es lo máximo a lo que aspiras.


   ELLA se encarga de que sus nalgas aprisionen perfectamente mi rostro, envolviéndome en un halo de posesión, en el cual se mezclan la oscuridad, los olores y sabores. El peso y el movimiento de su cuerpo en mi cara me indican claramente cual es el camino a seguir, no deja resquicio a duda alguna, busca el placer y lo va a  obtener, tan solo me queda ofrecer mi boca mi lengua y nariz


  Desde lamer con fruición su ano, dándole ese placer que tanto le gusta; como  surcar y recorrer su húmedo sexo, el cual se abre ardorosamente a mi lengua, aprisionando hasta casi dejarme sin respiración ( lo cual a ella le excita más). Y Allí puesta sobre mí, indicándome quien tiene el poder, marcando su territorio , busca ese placer total que la deja casi siempre exhausta.


   
    Sentir el peso de su cuerpo en mi rostro, mostrandome el camino de su sexo e indicándome la ruta que he de seguir para llevarla al ormasno, nos llevas a un baile sensual en el que a mi como sumiso me ocupa tan solo de ser un objeto de placer  para mi AMA,  mientras que ella encima de mi, muestra el poder sexual que tiene en la pareja, quien tiene las riendas y sobre todo quien debe ser el objeto final del placer.


   Su clítoris aumenta de tamaño y compite con mi lengua y con mis labios, es una batalla desigual puesto que ELLA se mueve  cada vez más, empujada por una espiral que aumenta el goce y el placer, para amplificarlo aumenta la intensidad de los movimientos y me aprieta con más fuerza hacia ella; el ritmo y movimiento de sus caderas se endurecen, a mí tan solo me cabe procurar satisfacerla en todo aquello que su cuerpo me pide, finalmente ella se desploma agotada por  el placer y jadeante por el esfuerzo, me mira y mientras se tumba toca mi pene erecto y ansioso, pero tan solo atiende a musitar... hoy a ti no te toca...

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