30 de septiembre de 2008

El Arnes




Cuando ella usa el arnés, se transforma.

Su dominio, su porte aumenta, cuando toma su pene de látex y con el se dirige hacia mí impasible e imperturbable, sabe que me va a romper, sabe que me va a poseer, sabe que el dominio que va a ejercer será total, sabe que me entregaré por completo a ella, que me postraré sumiso y deseoso a ser tomado, penetrado y golpeado sintiendo toda su fuerza, toda su fiereza.

Lo hincará enérgicamente de un solo golpe si mi ano se lo permite, y si no lo obligará a ello, los primeros envites serán fuertes y secos, es su momento; me doblegará, me someterá a su voluntad, disfrutará de la resistencia que el esfínter le presenta, su meta es derrotarlo, poco a poco sus movimientos irán cambiando, mientras presencio como mero espectador esa lucha, primero llegará una sensación de estar lleno por completo, de cómo parece que todo va a explotar, y que parece imposible que aquello pueda acceder a mi interior.




Pero ELLA lo consigue, y mi ano al final derrotado se entrega a su Dueña, se somete a su voluntad y entonces, solo entonces cuando la dilatación es total, cuando toda resistencia ha sido vencida, como premio ella vuelve a cabalgar sobre grupa, pero ahora se que es mi placer el que busca, un placer que tan solo ELLA sabe dar, que tan solo ELLA sabe proporcionar, y yo me abandono, me abandono a sus manos, a los movimiento de su pelvis que se reproducen en mi interior, me abandono a ella y al goce que me ofrece, recibiéndolo con humildad e infinita gratitud.

19 de septiembre de 2008

Negación del orgasmo

Hasta hace dos días me estaba permitido disfrutar de orgasmos, pero volvió a la carga.

Durante casi un par de años, tan solo he tenido orgasmos cuando, como y donde ella ha querido, hace mes y medio me dio carta blanca, supongo que por los problemas de salud, durante ese periodo ni he tenido que rogar, ni pedir, si suplicar un orgasmo, me estaba permitido todo, incluso la consolación onanística, pero ese periodo de gracia ya terminó.

Ella es una amante del control de los orgasmos, supongo que lo encuentra algo especial, es una forma de prolongar su dominio sobre mi ser, de conseguir centrar mi atención sobre ella y nadie más, de someter mi necesidad a su autoridad femenina.

La práctica comenzó suavemente casi con ternura diría yo, pero poco a poco fue aumentando, tanto la presión del control como distanciando el goce de los orgasmos, llegando hasta los 20 días ( sí, llevaba la cuenta, que remedio).

De vez en cuando incluso llega a torturarme un poco más, comienza a masturbarme y cuando estoy al borde de un orgasmo frena en seco, azuzándome de esta forma a ser más obediente, más sumiso.

Tiene una pequeña tortura, me tumba sobre la cama y me dice, hoy y ahora vas a tener un orgasmo, te voy a masturbar varias veces y una de ellas será recompensada con un orgasmo... pero no se cuando será…juegas… Digo sí, por supuesto, estoy ansioso, comienza a jugar sobre mi pene y a masturbarme, cuando estoy al borde del orgasmo para en seco y me deja descansar un rato y vuelve a preguntarme. ¿Quieres volver a intentarlo? Mi ansias de orgasmo dicen sí, en la esperanza de que sea el momento de recibirlo, repite el proceso de masturbación…. y el juego prosigue, tan solo una vez me lo ha concedido, y fue a la sexta vez. Normalmente a la octava vez cedo, no resisto más y sucumbo, pueden más sus fuerzas que mi deseo, y mi pene queda dolorido durante un buen tiempo. La verdad es que consigue que cada vez la adore más.

Mi mente, según pasan los días desde la última vez, se centra cada vez más en ella, noto como la atiendo más, como la cuido y mimo con mayor fervor. Mi pene entra en erección nada más oír su voz, nada más verla, consigue con el más mínimo roce sobre mi cuerpo llevarme a cotas cercanas a un paroxismo extremo.

Cuando decide hacerme el amor, he de preguntar si me esta permitido gozar o no, y ella decide; en un primer momento me permitía disfurtar del orgasmo al tiempo que ella, pero cada vez, con más frecuencia me es negado. La primera ve fue extraño, ella obtuvo un orgasmo largo y placentero, gozó como pocas veces, creo que desde ese momento y viendo el éxtasis que obtuvo decidió hacerlo más a menudo.

¿Y yo? Es extraño, pero también gocé, de otra forma pero goce, goce dando mi entrega, ofreciéndome por completo a ella, fue una sensación extrañísima y completamente nueva. No fue frustrante, diría yo más bien que dulcemente sádica, se que ella va a disfrutar más, por eso en cada entrega me ofrezco con más ardor y pasión para que su placer sea cada vez de mejor calidad; ¡y sí!, se que cada vez me los negará con más asiduidad, pero no me importa, mi única meta es su placer, y en su placer encontraré yo el mío.

Solo sé que la busco con más ahinco, que cada minuto que paso sin ella mi mente solo hace que pensar en servirla, adorarla, complacerla y hacer que su vida sea lo más fácil posible, en la espera que su generosidad me conceda en un momento dado el ansiado orgasmo.

Y ahora. ¿Cuando llegará el próximo?

18 de septiembre de 2008

Técnicas. LA CERA



Con esta entrada inicio la etapa de manuales y tutoriales.

Este ha sido elaborado por Dulce_Amo1969 y publicado en Tu mundo BDSM

Un juego que se practica habitualmente en BDSM es el de utilizar velas para derramar cera caliente sobre el cuerpo de la sumisa o el sumiso.

Es una práctica morbosa y que puede resultar inofensiva siempre que se tengan unas mínimas precauciones. Sin embargo, usada con desconocimiento o imprudencia puede ocasionar quemaduras graves y marcas permanentes, así que vamos a dar una serie de nociones y consejos:

Como siempre, antes de probar con nuestr@ sumi@, conviene practicar en casa,y probar en carne propia lo que se va a hacer. No os limitéis a probar en el dorso de la mano o en la cara externa del antebrazo, porque ahí la piel es más gruesa y resistente. Si vais a usarla en otras zonas de vuestr@s sumis@s, tenedla decencia de hacer lo mismo con vosotr@s.

Recordad también que la temperatura de la cera puede ser muy variable y depender de muchos factores, como veremos más adelante.

Por si se producen accidentes, hay que tener una pomada antiquemaduras. En varios sitios he visto que recomiendan gasas de linitul. No vale ir a comprar la pomada DESPUÉS del accidente. Hay que tenerla preparada, porque el tiempo que se tarde en aplicar es fundamental.

Si se produce la quemadura, inmediatamente echar agua fría, y luego la pomada.
Nunca utilicéis remedios caseros, como lo de la pasta de dientes.

Tampoco hay que olvidar que una vela encendida es un objeto peligroso, y que utilizado en una cama o en un sofá puede originar un rápido incendio. Además, es fácil que en medio de los “ardores” de la sesión no prestéis demasiada atención a dónde habéis dejado la vela o si la habéis apagado bien. Además si, como es habitual, la sumisa o el sumiso están atados, os podéis imaginar las consecuencias.

Por ello, además de estar siempre pendiente de no arrimar la vela a nada combustible, y de apagarla adecuadamente, conviene tener cerca un extintor, o al menos, un cubo de agua.

La temperatura de la cera depende de tres factores: La composición química de la vela, la altura desde la que caiga y el tiempo que lleve encendida la vela.

En cuanto a la composición, las que menos posibilidades tienen de producir quemaduras son las velas comunes de parafina. Las corrientes de iglesia,baratas y fáciles de conseguir, son muy manejables y seguras.


Evitad aquellas velas con la cera de colores o con olores. Las sustancias químicasque incorporan pueden producir daños sobre la piel.

A muchas personas les resultan muy atractivas estas velas de colores o con olores, mi consejo es que las uséis como adorno morboso durante las sesiones, pero no para derramar su cera sobre el cuerpo.
Evitad también las de cera natural (de abejas), porque al contener pequeñas cantidades de miel alcanzan una temperatura mucho más alta, así como las velas de gel.

No utilicéis cera de depilar, que puede alcanzar unas temperaturas altísimas. Y si la usáis, esperad el tiempo necesario a que se temple (y comprobadlo).

Muchas velas tienen alrededor un plástico que las contiene. Esto tiene algunas ventajas e inconvenientes.

La principal ventaja es que al no derramarse la cera por los bordes de la vela, se queda acumulada y líquida alrededor de la mecha. Esto permite disponer en cada momento de una buena cantidad de cera derretida, y hace también más fácil sujetarla.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que al quedarse la cera derretida cerca de la llama, formando un charquito, sigue calentándose y va aumentando su temperatura. También, si tenemos mal pulso, se puede derramar una gran cantidad de cera de repente, con lo que caerá a una temperatura más alta.

Un truco es hacer un corte en forma de “V” en el borde del plástico, que permitirá controlar mejor el goteo.

Una advertencia: Ese plástico está diseñado suponiendo que la vela va a estar siempre derecha. Al inclinar la vela para derramar la cera, recordad que la llama no se va a inclinar, y corremos un peligro de que esa llama alcance el borde del plástico y lo funda.

El plástico fundido, si se cae sobre la piel, produciría graves quemaduras.

Otro aspecto fundamental de la temperatura es la altura desde la que se derrame.

Si se derrama desde una altura grande, da tiempo a que las gotas de cera se vayan enfriando con el aire. Si se derrama desde poca altura, la temperatura será mucho más alta.

Lo más recomendable es empezar desde una altura de medio metro (más o menos como la distancia que hay desde nuestra mano a nuestro codo), y progresivamente, ir bajando un poco esa altura. Un poco, ¿eh?

Si tenéis mal pulso, apoyad el brazo, el antebrazo o la muñeca en algún objeto fijo.

El otro factor que determina la temperatura de la cera es el tiempo que lleva encendida la vela. A más tiempo, más temperatura. Conviene, entonces, llevar dos velas, y cuando una lleve un rato encendida, apagarla y encender la otra.

A la hora de elegir las zonas del cuerpo donde echar la cera, creo que es obvio recordar que hay que evitar la cara y el cuello. Otras zonas muy sensibles a las quemaduras son las caras internas de muslos y brazos, así como, desde luego, el sexo.

Es muy recomendable no echar cera sobre lugares con pelo o vello, ya que quitarlo puede convertirse en un suplicio (salvo que busquéis precisamente ese efecto).

Finalmente, llega el momento de desprender la cera de la piel de nuestr@s querid@s sumis@s. Hay multitud de maneras (con las uñas, la boca, un trapo, un cepillo, guantes, etc.). Seguro que, a poco que penséis, se os ocurren maneras morbosas de disfrutar también de ese momento.

Algunas personas, para que resulte más fácil quitar la cera, previamente untan la piel con una loción que contenga aceite.

Durante los juegos es fácil manchar de cera las sábanas o la ropa. La cera no se marcha lavando, y con el cepillado puede ser muy laborioso. Una amiga me comentó un truquito para que sea más sencillo de quitar: Meter la ropa o las sábanas en el congelador.

Espero que os hayan servido estos consejos, y que paséis muchos momentos de diversión.


por Dulce_Amo1969 en
Tu Mundo BDSM
Tu mundo BDSM

Gracias por permitir la publicación en este Blog.


14 de septiembre de 2008

El lado oscuro


El otro día estábamos viendo Dexter (FOXtv), a parte de toda la singularidad que la serie tiene en sí, lo que me llamó la atención es la lucha que mantiene el personaje con su LADO OSCURO.

Es una lucha constante en la que tiene aceptarse como es, mientras debe tratar de controlarlo, conseguir que sea él quien lo domine y no al revés. Dexter me fascina porque hace algo que nadie haría, e irremediablemente te identificas con él.

El BDSM es mi-nuestro LADO OSCURO. Un día lo descubrimos, forma parte de nosotros, lo mantenemos oculto a los ojos de los demás, a veces hasta escondido a nosotros mismo, pero bulle en nuestro interior de forma constante queriendo salir, dar rienda suelta a todo lo que contiene.

Este LADO OSCURO, igual que al personaje televisivo, nos costo aceptarlo, entenderlo y disfrutarlo.

Es un LADO OSCURO, controlado y aunque parezca mentira o un contrasentido, pausado…calmado e intimo, que sale de vez en cuando a flote y puede permanecer un tiempo en la superficcie o bien volver a su refugio interior en espera de una nueva oportunidad.



En una sesión los dos LADOs OSCUROs se encuentran, el de mi AMA y el mío, estos comienzan a bailar una perfecta coreografía en la cual los sentidos se ven bombardeados por una cascada de colores, emociones y sentimientos que rodean por completo cada poro de la piel, cada neurona del cerebro, para un deleite supremo de mente y cuerpo.

Ese es nuestro LADO OSCURO, y es nuestro, y como le ocurre a Dexter, un LADO OSCURO que nadie conoce… bueno… ahora tu si lo has visto…

Pero a los ojos de los demás seguirá oculto y escondido…

Pero … es bonito tener ese LADO OSCURO.
¿Y tu... tienes ya tu LADO OSCURO?
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