Parece mentira que una cosa tan pequeña pueda causarme tanta inquietud, y sobre todo teniendo lo simple mecanismo.
Al colocar la pinza inicialmente esta lo que hace es cortar la circulación sanguinea produciendo un dolor intenso, posteriormente este disminuye permitiendo que te relajes y asocies ese dolor con el placer, pero al ser retirada el flujo sanguineo corre presto a rellenar los vasos sanguíneos produciendo mucho más dolor que cuando la pinzas fueron inicialmente colocadas; deja la zona sensible durante bastante tiempo, reaccionando al roce más simple y liviano; por eso se agradece ese toque seguro y a la vez delicado que tiene cuando las retira, aunque una sonrisa socarrona quede dibuja en su rostro.
A diferencia de una fusta, la pinza proporciona una homogénea cantidad de dolor durante el periodo de tiempo que están colocadas, ni disminuye ni aumenta, es constante, no te permite distracción alguna, el dolor que provoca te obliga a concertarte en él y a tener en todo momento a tu AMA en tu mente puesto que ELLA las ha colocado.
Las pinzas le permiten la gran comodidad al aplicarlas y poder realizar otras cosas sin estar pendiente de la tortura que inflinge en su sumiso, pero con la completa certeza de que cuando regrese, estará ahí plenamente dispuesto a someterse un poco más a su voluntad con tal de que estas le sean retiradas.
A la vez son de lo más versátil a la hora del control del dolor, permitiendo explorar el dolor erótico de una forma tremendamente creativa, un breve instante o durante una duración más o menos prolongada. ( Nunca excesivamente puesto que puede llegar a ser peligroso)
Además el recuerdo que evoca cada vez que tiendes una lavadora....( y ahora acado de tender dos)...que te voy a adecir.
5 comentarios:
Sabes? nunca me han gustado, pero tu post ha conseguido que las vea de otro modo.
Me ha encantado
Coincido contigo... ummm... me encantan :))
Muchos besitos y muchas flores para ti, cariño ;)
kaya
Ay las pinzas¡, un juguetito tan aparentemente indefenso pero que puede llegar a convertirse en una pequeña tortura.
Bonito post. Un beso
las pinzas duelen,,es un dolor maldito qye se hace mas peesistente cada vez....
pero exitan....eso por descontado....
un beso
Puede llegar a ser terrible el dolor de las pinzas, sobre todo en los pezones. Para mi son uno de los castigos mas duros.
Publicar un comentario