Al final del día, mientras nos sentamos a ver una película o una serie de televisión, mi ama se relaja mientras le pinto las uñas.
Es un trabajo de manicura tranquilo y pausado en el cual los dos
disfrutamos, ella del relax que le proporciona ser atendida y yo del placer, no
solo de servir a mi ama, sino del resultado final, para ello me centro y me
esmero en que todo sea satisfactorio para ella, para que al día siguiente
pueda lucir sus uñas orgullosamente, al tiempo de que con ello se acuerde cada
vez que ves sus manos y pies de su humilde esclavo.
Es increíble la placidez e intimidad del momento, no solo soy su esclavo atendiendo a su embellecimiento personal, también soy su confidente, el pintar cada uña da pié a charlar relajadamente desde lo más banal a lo más trascendental.
Mientras deslizo el aplicador y sostengo sus pies entre mis manos no puedo sino sentir como aumenta el amor hacia mi AMA y el deseo de servirla cada día un poco más. Sé la suerte que tengo de ser suyo y de que me permita formar parte de su vida.
El ser su sirviente en el hogar....a veces...da mucho de sí...
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